El lifting de cuello, también conocido como cervicoplastia, es un procedimiento quirúrgico diseñado para mejorar la apariencia del cuello al reducir la flacidez de la piel y eliminar el exceso de grasa. Aquí tienes una visión general de cómo se lleva a cabo este procedimiento:

1. Consulta inicial: El proceso comienza con una consulta inicial con un cirujano plástico certificado. Durante esta consulta, discutirás tus preocupaciones estéticas y tus expectativas sobre el lifting de cuello. El cirujano evaluará tu salud general, tu historial médico y la calidad de tu piel para determinar si eres un buen candidato para el procedimiento.
2. Planificación del procedimiento: Durante la consulta, el cirujano discutirá contigo los detalles del lifting de cuello, incluyendo la técnica quirúrgica a utilizar y los resultados esperados. La planificación también puede implicar discutir si se deben combinar otros procedimientos estéticos, como el lifting facial o la liposucción del cuello, para lograr los mejores resultados.
3. Procedimiento quirúrgico: El lifting de cuello se realiza generalmente bajo anestesia general. Durante el procedimiento, el cirujano realizará incisiones estratégicas detrás de las orejas y/o debajo del mentón para acceder a las capas profundas de la piel y los tejidos del cuello. A través de estas incisiones, se estirará y reposicionará la piel y los tejidos subyacentes para crear un aspecto más firme y definido en el cuello.
4. Remoción del exceso de grasa: Además de reposicionar los tejidos del cuello, el cirujano puede realizar liposucción para eliminar el exceso de grasa y mejorar aún más el contorno del cuello.
5. Cierre de incisiones: Una vez completada la modificación del cuello, el cirujano cerrará las incisiones con suturas quirúrgicas. Se pueden aplicar vendajes compresivos alrededor del cuello para ayudar a reducir la hinchazón y proteger las incisiones durante el proceso de cicatrización.
6. Recuperación: Después de la cirugía, se te proporcionarán instrucciones detalladas sobre cómo cuidar de tu cuello durante el período de recuperación. Es posible que experimentes hinchazón, hematomas y molestias leves en los primeros días después de la cirugía, pero estos síntomas generalmente disminuyen con el tiempo. Se te recomendará evitar actividades físicas intensas y proteger tu piel de la exposición al sol durante varias semanas para permitir una adecuada cicatrización y recuperación.

Es importante tener en cuenta que el lifting de cuello es un procedimiento quirúrgico que conlleva riesgos y posibles complicaciones, como hematomas, infección, cicatrices visibles, asimetría del cuello y cambios en la sensibilidad de la piel. Es fundamental que te tomes el tiempo necesario para investigar y encontrar un cirujano plástico experimentado y certificado, y que te comuniques abiertamente sobre tus expectativas y preocupaciones antes de someterte a la cirugía.